Esta es una historia verdadera que hace poco llegó a mi atención, quizás algunos de los que lean esto ya la conozcan. Hace 30 años atrás, en el mes de noviembre de 1,979, 52 diplomáticos estadounidenses fueron tomados como rehenes en la embajada de su país en Teherán, Irán.
Mientras que muchos de los trabajadores de la embajada estuvieron como rehenes, unos cuantos lograron escapar, primero trataron de escapar en grupos de cinco o seis personas de la localidad, después parejas casadas. Un grupo de parejas casadas logró evitar ser capturado y eventualmente les dieron un santuario secreto en la embajada de Canadá.
La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) trató de pensar una forma para sacarlos del país. Falsificar pasaportes y accesorios, hasta hacerlos pasar como canadienses, todo parecía lo suficientemente fácil ¿Cuál era el eslabón débil del plan? No poder explicar que hacían 6 “canadienses” en Irán en esos momentos tumultuosos.
Mientras tanto, la moda de hacer películas y teleseries fantásticas iniciada por “La Guerra de las Galaxias” estaba en su mejor momento. Un sujeto llamado Barry Geller había obtenido los derechos de la novela de ciencia ficción de Coger Zelany llamada “Señor de la Luz”, mientras estaba en negociaciones con varios productores conectados a los estudios cinematográficos para buscar financiamiento del filme, Geller había contratado a Jack Kirby para que hiciera bocetos y diseños del proyecto fílmico.
Mientras que muchos de los trabajadores de la embajada estuvieron como rehenes, unos cuantos lograron escapar, primero trataron de escapar en grupos de cinco o seis personas de la localidad, después parejas casadas. Un grupo de parejas casadas logró evitar ser capturado y eventualmente les dieron un santuario secreto en la embajada de Canadá.
La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) trató de pensar una forma para sacarlos del país. Falsificar pasaportes y accesorios, hasta hacerlos pasar como canadienses, todo parecía lo suficientemente fácil ¿Cuál era el eslabón débil del plan? No poder explicar que hacían 6 “canadienses” en Irán en esos momentos tumultuosos.
Mientras tanto, la moda de hacer películas y teleseries fantásticas iniciada por “La Guerra de las Galaxias” estaba en su mejor momento. Un sujeto llamado Barry Geller había obtenido los derechos de la novela de ciencia ficción de Coger Zelany llamada “Señor de la Luz”, mientras estaba en negociaciones con varios productores conectados a los estudios cinematográficos para buscar financiamiento del filme, Geller había contratado a Jack Kirby para que hiciera bocetos y diseños del proyecto fílmico.
Se reportó que Kirby estaba muy emocionado de estar envuelto en la película. Tanto Zelany como Kirby, son personalidades que les fascinan las divinidades y mitologías, pero sus estilos son completamente diferentes (Kirby es épico y respetuoso, mientras que Zelany es ingenioso y sardónico.)
Como parte de la producción de la película, también se planeó un parque temático, una especie de parque de diversiones de ciencia ficción.
A pesar de los reportes que promocionaban “Señor de la Luz” en revistas importantes como “Famosos Monstruos” y “Starlog,” el proyecto se desplomó –algo que sigue siendo cotidiano en Hollywood.
El maquillador John Chambers –ganador del “Oscar” por su labor en “El Planeta de los Simios”- estaba contratado para la película de Geller, él tuvo acceso a todos los documentos del filme (según Geller, Chambers obtuvo un guión y los dibujos de la producción hechos por Kirby para llevarlos a la CIA porque él se dio cuenta que la ubicación para filmar se adecuaba perfectamente en el territorio de Irán.)
El agente Tony Mendez (quien escribió un libro sobre esta situación) tuvo un plan: hacer pasar a los diplomáticos ocultos como miembros exploradores de avanzada para una producción de una película canadiense. Ellos cambiaron el titulo del filme llamándolo “Argo” y se procedió con su plan para evacuarlos, inclusive se publicó un aviso publicitario en la revista “Variety.”Como parte de la producción de la película, también se planeó un parque temático, una especie de parque de diversiones de ciencia ficción.
A pesar de los reportes que promocionaban “Señor de la Luz” en revistas importantes como “Famosos Monstruos” y “Starlog,” el proyecto se desplomó –algo que sigue siendo cotidiano en Hollywood.
El maquillador John Chambers –ganador del “Oscar” por su labor en “El Planeta de los Simios”- estaba contratado para la película de Geller, él tuvo acceso a todos los documentos del filme (según Geller, Chambers obtuvo un guión y los dibujos de la producción hechos por Kirby para llevarlos a la CIA porque él se dio cuenta que la ubicación para filmar se adecuaba perfectamente en el territorio de Irán.)
Los seis diplomáticos estadounidenses fueron disfrazados como trabajadores canadienses para una película, todos utilizando considerablemente el arte del “rey” al llevarlo con ellos y mostrándolo. Gracias a la ayuda heroica de Canadá, todos partieron del aeropuerto Mehrabad de Teherán y fueron a Suiza.
Kirby no sabia nada de esto, en realidad, nadie sabia de esta aventura de la vida real, hasta que hace unos años atrás (me parece que fueron nueve años) Tony Mendez sacó a la venta su libro, donde él declara que se robó los dibujos y el guión de la película. Bastante descarado de su parte al no saber quien era Jack Kirby en una entrevista televisada.
El merito de Mendez es haber llevado el operativo a cabo, pero fue John Chambers quien le dio la idea de “fabricar” una compañía fílmica, al entregarle un guión de Geller y los diseños de Kirby, aprovechando el desorden imperante en el proyecto del “Señor de la Luz” y creyendo que el proyecto estaba “muerto” (según Geller, aun no lo estaba, provocando una enemistad con Chambers desde ese tiempo)
Algo verdaderamente de película.
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.
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