SOLARMAN: UN HOMBRE SOLAR FRACASADO.

Este personaje publicado por Marvel Comics, apareció en su propia colección en 1,989. Básicamente era una mezcla de “Guerra de las Galaxias” con “¡Shazam!”, la trama es sobre un alienígena cyborg de piel azul llamado Comandante Gormagga Kraal que trata de usar su tecnología para drenar la energía del sol de la Tierra, pero su científico en jefe llamado Sha-han se opone y huye hacia la Tierra con el Brazalete del Poder de Kraal, el cual entrega al adolescente Benjamín Tucker, junto con un pequeño robot ayudante que Tucker lo llama Bipi. Después, el chico expondría el brazalete a la luz solar y lo transformaría en el adulto con pelo dorado llamado Hombre Solar, poseedor de fuerza superior a la humana, capaz de volar súper sonicamente y sobrevivir en el espacio profundo, teniendo el poder de controlar luz, calor y otras formas de energía. Su punto débil es, sin la constante exposición a la luz del sol, el héroe adulto pierde sus poderes y revierte a su forma de indefenso adolescente. El Brazalete del Poder lo lleva en su muñeca y no puede ser removido.
HOMBRE SOLAR podía alardear de tener un gran grupo creativo, Stan Lee era su escritor, con dibujos de Jim Mooney y Dennis Janke en el primer numero; en el segundo numero, los dibujantes fueron Mike Zeck y Néstor Redondo, hablando seriamente, este comic debería haber sido atrayente.

Marvel tenía grandes expectativas por este personaje, que no era una de las creaciones de la editorial y hasta su división de series animadas produjo un piloto sobre Hombre Solar para introducirlo en la televisión.
Como sea, el programa nunca fue elegido por las compañías de televisión y su comic solo durarían dos números ¿y exactamente en que falló? Vamos a analizar eso.
Todo comenzó con su verdadero creador, David Oliphant, quien había publicado 3 números de tamaño bolsillo de una versión del Hombre Solar mas orientada a la educación en 1,979 con el sello Pendulum Illustrated.
La idea fue que con algunos cambios en el personaje protagónico, el comic HOMBRE SOLAR hubiera iniciado una franquicia con una nueva serie de juguetes que podría apoyarse en el universo establecido de Marvel (originalmente, él era un extraterrestre llamado Davos que habitaba en un lugar llamado “núcleo solar” en el interior del Sol, quien vino a la tierra con su sirviente androide de piernas rígidas Arman y aprovechó sus habilidades superiores para convertirse en un jugador de béisbol, mientras predicaba las virtudes de la energía solar) De inmediato, se desarrolló un proyecto para que apareciese en una serie de dibujos animados, se tenia listo el primer episodio –el piloto- completo para ver si era aceptado.

En un aviso comercial del primer numero del comic, como pueden ver en la imagen, se muestra la intención del concepto (juguetes, afiches y un club de coleccionistas del Hombre Solar) Marvel estaba intentando promocionar la teleserie seriamente “El Hombre Solar estará muy pronto en la televisión y se convertirá en un personaje conocido internacionalmente”, en ese numero no aparecían otros avisos comerciales, por ello, la aventura tuvo 30 paginas ilustradas, algo inusual en esos tiempos.
¿Esto fue un caso de arte pésimo? No, el arte de Mooney y Janke se veía tan moderno como cualquiera que producía Marvel en sus historietas. Algunas escenas parecían que podían ser fácilmente incluidas en alguna colección un poco más seria, en ciertos momentos, Mooney dibujaba en un estilo con reminiscencias a su labor en THUNDERCATS. Zeck, además de ser el portadista, se hizo cargo del arte en el segundo número. Él gozaba de un buen momento dentro del “establo” de dibujantes Marvel, al ser felicitado por la mini serie EL CASTIGADOR de 1,986. Redondo, como su entintador, fue muy elogiado, no era alguien desconocido en la casa de las ideas al haber trabajado con personajes como Conan y Red Sonja. Aquí aparece el primer problema que no tendría que ver con el arte, hubo un espacio vació de meses entre el primer numero y el segundo, la colección tuvo una interrupción de 3 meses. El impulso que se necesita para mantenerse un nuevo comic, se perdió al demorar la salida del segundo numero ¿si el arte no fue un problema, entonces fue el escritor?
Ya estamos llegando a alguna parte, el Stan Lee de los años ochentas no podía escribir como el Stan Lee de los años sesentas, ó quizás el Lee de entre principios y mediados de los años setentas. Lee había dejado de escribir historietas rutinariamente y solamente escribía pocos artículos ó comentarios. Escribir requiere hacer trabajar músculos y la mente, uno tiene que ejercitar esos músculos y si no lo haces, pierdes la habilidad y facilidad con la que laborabas. A pesar de poner su cara sonriente e hipócrita, Lee había perdido mucho de su toque y su manera de escribir, aunque claramente dirigida a los lectores más infantiles, estaba tristemente desfasada y demasiado predecible. A veces los diálogos no empalmaban con la acción como estaba interpretada y la confusión, como si aun no decidieran cuanto material debe ó no estar dentro del Universo Marvel; no es una gran sorpresa que Lee haya insertado el dialogo en la aventura después que todo el arte estaba terminado, eso es algo ya conocido, lo que si sorprende es que mencionara que los dibujos fuesen ligeramente confusos y pusieran ciertos obstáculos al dialogarlos.

En la primera historia, vemos a Tucker practicando hacer historietas y soñando con convertirse en un dibujante para Marvel Comics, aunque su padre -propietario de un gimnasio en Los Angeles- no quiera eso para su muchacho. Ya en la segunda, él presumiblemente ya esta trabajando en Marvel, al mencionar editores de ese entonces (Bob Budiansky y Tom DeFalco) y hablar sobre como le salió bien su copia del Dr. Doom de Buscema –hay que presumir que Lee se refiere a John no a Sal- aunque la figura copiada sigue pareciendo un trazo de Zeck –que le falta muchísimo para llegar al nivel de un John Buscema.
Al colocar personal de la vida real de Marvel en una historieta que también figuran personajes ficticios de Marvel (el villano contra quien se enfrenta Hombre Solar es el “irreal” Dr. Doom) hace que un comic tenga problemas en no saber cual es su autentica identidad. Al preguntar a los dibujantes que laboraron en esta breve colección, nadie podía recordar claramente el personaje, tan solo lo consideraron otro trabajo más. Es de presumir que todos, incluyendo a Lee, prefieren que esto se olvide y no se toque el tema de un fracaso que nunca pudo alcanzar el nivel de otros personajes autorizados que lograban ser espectaculares sin tener un programa de dibujos animados ¿recuerdan la versión de Marvel de Los Micronautas?
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.