sábado, 1 de octubre de 2011

EL PROMETEO MODERNO EN EL MUNDO MARVEL II.

Es 1,974, en el medio de un arco de historias de tres números sobre una historia en la ciudad de New York publicado en MONSTRUO DE FRANKENSTEIN #13 -15 y la cuidadosa presentación en la colección de Ralph Caccone, Eric Prawn e I.C.O.N. (nexo de la organizaciones criminales internacionales) para ser personajes secundarios, un curioso recuerdo durante el estado suspendido del Monstruo (visto en el numero 12) sirvió como la base para un encuentro con la creación del Dr. Frankenstein con un equipo de superhéroes muy estimado en la casa de las ideas.
Me estoy refiriendo a los superhéroes más poderosos de la Tierra.
De la versión del planeta Tierra publicada en Marvel Comics.
Hablando específicamente, en LOS VENGADORES #131-132 (escrito por Steve Englehart, lápices de Sal Buscema con tintas de Joe Staton) y TAMAÑO-GIGANTE VENGADORES # 3 (escrito por Steve Englehart y Roy Thomas, lápices de Dave Cockrum y Joe Giella.)
Esta participación del Monstruo en el universo Marvel es dentro del contexto de una historia muy metafísica que involucra a un viejo enemigo de los Vengadores: Kang el Conquistador (quien tiene dos identidades alternadas en dos diferentes periodos del tiempo: Immortus y Rama-Tut.)
Las tres entidades coexisten en el reino conocido como Limbo, afuera del mismo Tiempo, donde Kang organiza una “Legión de los No Vivientes” quienes son súper seres de diferentes puntos de la historia, arrancados de su tiempo, momentos antes de sus muertes y siendo controlados por el Conquistador.
Entre los seleccionados están la original Antorcha Humana, Hombre Maravilla, el Fantasma del Holandés Volador, Medianoche, Barón Zemo I y el Monstruo de Frankenstein.
Eventualmente, los héroes son desplazados por el Tiempo y son transferidos al Limbo por Kang en donde son forzados a enfrentar a la Legión de los Muertos.
La primera justa es entre Thor y el Monstruo, al mismo tiempo que otros Vengadores están combatiendo al resto de la armada de Kang.
Como sea, el control del Conquistador gradualmente se disipa sobre el Monstruo (debido a que su estado no es de muerte total) que deja de obedecer sus ordenes e instintivamente trata de ayudar al herido Visión al sentir que son algo similares (instintivamente, “Franky” siente que ambos son construcciones de vida artificial.)
Posteriormente las entidades de Immortus y Rama-Tut (que estaban atrapadas por Kang se liberan) envían a todos los súper villanos y al Monstruo de regreso a sus propios puntos del tiempo de donde fueron extraídos y restauran la salud de los héroes (Iron Man había muerto y la Visión estaba muy dañado.)
La aventura continuaría para los héroes más poderosos de la Tierra, más ya no para el Monstruo.
Aunque esto colocaba al Monstruo de Frankenstein en un contexto inusual para su continuidad, también fue positivo que se estableciera su presencia en el universo Marvel, cuya fuerza editorial estaba cimentada en el género de los superhéroes.
La criatura hecha de cadáveres humanos obtuvo publicidad al lograr aparecer muy visiblemente en las portadas de LOS VENGADORES.
Pero al pasar los meses, era necesario otro acto de “cruzar la frontera” de los géneros de superhéroes y del horror.
Como anteriormente lo dije en alguna ocasión, Marvel tenía varias prácticas utilizadas cuando se trataba de personajes cuyas colecciones están en peligro de ser descontinuadas.
Una posibilidad era que el personaje en cuestión, haga más apariciones en otras colecciones, para ver si algún nuevo marveliano o un lector ocasional se animaban a seguir al personaje promocionado.
En 1,975, el Monstruo de Frankenstein haría una dupla con el Hombre Araña en la colección que protagonizaba el héroe arácnido, en los números 36 y 37 de la titulada EQUIPOS MARVEL.
Es probable que la presencia del personaje de horror estaba supeditada al hecho que su colección propia estaba bajando en las ventas y Len Wein (el editor en jefe) puede haber decidido que algo de promoción nunca es malo.
¿Qué es EQUIPOS MARVEL? esta colección fue creada con la intención de poner personajes distintos haciendo alianzas como en los primeros números de EL BRAVO Y EL VALIENTE en DC Comics.
Pero al instante, la editorial notó que la historieta era un éxito en ventas al poner obligatoriamente al Hombre Araña en todas las aventuras (lo mismo sucedió en DC, poniendo a Batman como protagonista)
Entre 1,974 y 1,975, Wein y su reemplazo, Gerry Conway, siempre parecían sufrir de cierto bloqueo creativo que les impedía que sus historias fuesen más originales y aceptables, comparándolos con los primeros números de MARAVILLA DOS-EN UNO protagonizada por la Cosa, escrita por Steve Gerber.
La razón, ellos siguieron una formula perezosa y estrecha, la amenaza aparece, un héroe se hace cargo, encuentra otro héroe relacionado con la amenaza, pelean o discuten (rara vez están de acuerdo, al principio) al estilo Marvel, finalmente se juntan para pelear con el villano, ganan, se despiden, fin, numero vendido.
Muchos pensaron que al estar Conway, escritor del SORPRENDENTE HOMBRE ARAÑA, en EQUIPOS MARVEL protagonizada por el Hombre Araña (y en raras ocasiones, por Antorcha Humana) era una garantía que aseguraba lo que la mayoría quería, continuidad –algo que involucra “realismo”- para los fieles marvelianos.
Pero Conway estaba pasando una fase de mediocridad en esos meses y cuando parecía haber salido de ese bloqueo (debe haber habido una gran discusión editorial, porque la dirección cambio a partir del numero 33), él ya había abandonado Marvel, para cruzar la calle e ir a DC Comics, algo cotidiano en esos días (luego de unos meses, Conway volvería a Marvel para ser editor en jefe, solo para abandonar el cargo en semanas e irse de nuevo por varios años para volver en la década de los noventas.)
Volviendo al tema, la aventura escrita por Conway, dibujada por Sal Buscema con entintado de Vince Colletta, estaba diseñada para desarrollarse en dos partes.
La trama comienza con el Hombre Araña impidiendo el escape de dos asaltantes de bancos, pero que de pronto, él es impactado por un rayo salido de la nada, impidiéndole arrestar a los pillos (aunque ellos escapan sin el botín y espantados por lo que sucede.)
Al recuperar el sentido, se ve que esta atrapado en lo que parece una mesa de operaciones en un calabozo y el asombroso arácnido es él quien más se asombra al girar su cabeza y ve al Monstruo de Frankenstein en el mismo predicamento.
La breve conversación -algo cordial- entre ambos es cortada por el dueño de casa, quien se presenta a si mismo como Barón Ludwig von Shtupf, aunque les dice a sus dos prisioneros que pueden llamarlo el Manufacturador de Monstruos.
Los eventos que están sucediendo están tomando lugar en algún lugar de los Balcanes.
Arañita y el Monstruo logran liberarse y escapan de su prisión, y del castillo.
Al tomar un respiro, se proporciona al lector de esta colección (y al Hombre Araña) escuchar el relato del Monstruo sobre su origen y ciertos puntos específicos de su vida, para saber quien (o que) es y de donde ha salido.
Luego, los dos aliados son capturados en lo que creen es una trampa de Von Sthupf, pero en realidad es una agente de E.S.C.U.D.O. que vigila al científico loco y todo lo que sabe es Von Sthupf planea crear una armada de monstruos que puedan soportar climas extremos y tengan súper poderes, concretamente, lo que él quiere es combinar las habilidades del Monstruo de Frankenstein y Hombre Araña en un monstruo supremo.
Arañita y la agente Klemmer van al castillo para espiar y atacar si es preciso, el Monstruo de Frankenstein es dejado atrás por su lentitud y por su presencia no tan furtiva.
De todas formas, todos se vuelven a juntar para la acción dentro del castillo, todos impactados ante lo que el demente científico les muestra: el Hombre-Lobo.
No, no es Jack Russell / Hombre Lobo. Es el ex-astronauta John Jameson.
Capturado por los mismos medios como los otros (aunque el Barón nunca quiere explicar como se logró esta “tele transportación”) él se ha agregado a la lista de especimenes.
Fin de la primera parte.
Hombre-Lobo al igual que “Franky” estaba a punto de irse al Limbo de Marvel, por eso estaba incluido en la colección que “debe tener un nuevo invitado cada mes para acompañar a Arañita”
Las situaciones siguen velozmente en la segunda parte que es editada por el flamante editor en jefe: Marv Wolfman, Wein solo quiere volver a escribir y editarse ¡a si mismo! Esa fue otra tara de esa generación en las historietas estadounidenses, pero eso es otra historia.
En las primeras páginas se ve una gran pelea entre los monstruos y el superhéroe.
El Hombre-Lobo aprovecha una distracción y agarra a la agente de E.S.C.U.D.O. y se la lleva afuera del castillo hacia los helados montes.
Como ven en la imagen de la pagina, Arañita (comentando para si mismo y para el lector, sobre su anterior encuentro con el hijo de J. J. Jameson) y el Monstruo se desconciertan por segundos, que son aprovechados por Von Shtupf quien les dispara ese rayo que hace perder la conciencia y los prepara para ser diseccionados vivos.
Luego al recobrar el sentido, los dos “especimenes” escuchan el discurso perturbado del Manufacturador de Monstruos, él quiere saber como funcionan sus poderes y para eso tiene que desarmar / destrozar sus cuerpos para luego hacer lo mismo con el Hombre-Lobo y crear de los tres, no solo uno sino un ejercito de Monstruos Supremos que vengaran su nombre ridiculizado por los que no entienden su gran genio.
Arañita y Franky se logran liberar de la maquina que esta a punto de cortarlos en pedacitos y capturan al Barón loco.
Después, hay otra pelea de Arañita con el Hombre-Lobo, pero aparece una jauría de lobos hambrientos que quieren devorar a la agente haciendo que el Hombre-Lobo salga en su defensa, de ese encuentro bestial, él termina mal herido y es más fácil de controlar.
Epilogo: Helicópteros con gente de E.S.C.U.D.O. están llevando presos a Von Shtupf y sus hombres, su equipo y armamento es confiscado, Hombre-Lobo sedado y llevado a alguna clínica especial; Klemmer y Arañita viajan en uno de los helicópteros de E.S.C.U.D.O. para volver a Nueva York.
El Monstruo de Frankenstein se aleja caminando cabizbajo hacia los nevados montes, solo.
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.

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