martes, 27 de octubre de 2009

DENME LIBERTAD CREATIVA O DENME LA MUERTE VIVIENTE.

De lo que yo entiendo, la ACC (la Autoridad del Código de Comics) fue una respuesta en la década de los años cincuentas del pasado siglo, dada por las compañías editoriales de historietas importantes ante la amenaza de una acción del Congreso de su país por los descuidos de su industria. Aquel Congreso comenzó una investigación de cómo los comics pueden haber tomado parte en el aumento de la delincuencia juvenil –así lo interpretaban algunos, gracias a los estudios “vergonzosos” de Frederic Wertham. En esa época, existían decenas de comics de horror y crimen, publicados por casi todas las editoriales, aparentemente el blanco principal fue EC Comics -según algunos documentales. Wertham –como ya lo sabe la mayoría de coleccionistas de historietas, había declarado que las historias y arte grafico de los comics estaba corrompiendo las mentes infantiles estadounidenses, aumentando la delincuencia juvenil para cometer crímenes. Después que algunos dueños de editoriales (como el propietario/editor William Gaines) declararan ante el comité investigador, para zanjar el grave problema se contempló formar un comité independiente que vigilaría los “descuidos” llamado la ACC.
Hasta las colecciones de MLJ/Archie Comics fueron regulados por el Código.
Notablemente, Dell Publishing, una editorial importante que publicaba comics (en su mayoría eran de ‘animales graciosos’ que incluían a los personajes de Warner Bros. y Walt Disney) no se unió a la ACC. Dell tuvo su propio “Compromiso con los Padres” certificando que sus productos eran “saludables.”
Durante los primeros actos del Código, existieron dos factores principales que fueron de gran importancia. Primero, ciertas palabras fueron prohibidas de aparecer en un titulo/cartel/captación en las portadas. Segundo, ciertos tipos de personajes fueron vetados de aparecer en un comic –ejemplo: un vampiro genérico no podría ser usado por una editorial, pero se permitía hacer una excepción si adaptaba la historia original ó su versión fílmica de Drácula (lo mismo sucedió con el Hombre Lobo, el monstruo de Frankenstein y otros) porque se consideraba “de valor histórico.”
Lo que Marvel hizo para afectar el Código, fue que desafió al Código sobre el uso de ciertas materias, las cuales el Código sugería que no tienen mérito en una historieta, principalmente el tema del uso de drogas.

El Código no permitía cualquier referencia al uso de drogas, ni siquiera para mostrarlo claramente como cosa negativa y mucho menos para mostrar la lucha interna del personaje por el uso ilegal de drogas (como llegó a verse en EL SORPRENDENTE HOMBRE ARAÑA, aquí pueden ver una portada descartada para el numero 97)
Cuando Marvel sometió la historia del Hombre Araña para que la ACC la revisara, la historia fue rechazada, pero todos los que trabajaron en esa historia, lograron que Marvel eligiera publicar la historia sin el sello de aprobación. Aunque no existía ninguna prohibición legal de ningún signatario del Código para vender un comic NO aprobado, muchos puestos de ventas y distribuidores de comics no podían encargarse de semejante producto, si sucedía tal hecho, ellos retenían esos comics sin censura, para no ser vendidos y que la editorial perdiese dinero por ello. De alguna manera, Marvel logro apaciguar/convencer o hacer alguna especie de trato con los distribuidores y puestos de ventas para asegurar la venta de esos comics, logrando no solo venderlos sino probar que el sello del ACC no era tan importante.
(Nota aparte, muy pocos comics convencionales fueron vendidos sin ese sello hasta la llegada del mercado directo en los años ochentas, cuando Marvel y DC comenzaron a publicar colecciones solamente por venta directa sin aprobación del Código, y después que DC comenzó su enfoque de títulos en papel ‘Baxter’ para sus cubiertas duras-suaves en LOS NUEVOS TITANES ADOLESCENTES, LEGION DE SUPER HEROES, HOMBRES OMEGA y otros títulos seleccionados que serian publicados sin censura, al año siguiente, eran reimpresos con el sello y en papel más barato, sin ningún cambio significante en el contenido de la historia)
La influencia de Marvel y DC que tuvieron con el Código de Comics fue disminuir la importancia del Código, no en la creación del Código.
Ahora sobre el género de horror en algunas editoriales de los años setentas, esos comics “a colores” operaban bajo los parámetros del Código, aunque de alguna forma se liberaban. Como ejemplo, muchos asesinatos tenían que hacerse “fuera del panel” o tenia que ser dibujado de tal forma que mientras era obvio que se cometía un asesinato, la victima realmente no era vista siendo asesinada, eso se hacia con una imagen de siluetas –paulatinamente cambiarían eso. Otro ejemplo, en algunas escenas de LA TUMBA DE DRACULA, Drac casi estaba siempre entre el lector y su victima, así que mientras uno sabia que se estaba matando a alguien, en realidad, uno no podía ver el acto.
En la línea de las revistas de horror “en blanco y negro” de Marvel, que fueron vendidas sin la aprobación del Código –aunque incluían personajes de comics, NO eran comics- mostraron a sus lectores, las historias con más madurez y muchos detalles gráficos, pero verdaderamente sin llegar a impresionar o afectar al Código.
Esencialmente, lo que todas las revistas de horror –no solo de Marvel- demostraron fue que las historietas aprobadas por el Código podrían ser igualmente de aterradoras sin apoyarse en toda la sangre y acuchillamientos (gore) para el “efecto de impacto.”
Por lo que he investigado, algunas revistas tenían cifras de ventas bajas, menos que las cifras del ultimo comic mal vendido y el alto precio del costo de las revistas no compensaba las bajas en las ventas.
El precio de las revistas, en promedio, era el doble de los comics “a colores”, casi siempre con un “contenido creativo” actualmente no mayor, las revistas tendrían más paginas pero esas paginas extra generalmente eran usadas para historias de texto y reportajes. Las revistas de horror fueron desapareciendo una por una, para quedar en nuestro recuerdo. En el mundo actual del comic, hablando del genero de terror -con grandes excesos, como lo que sucedió muchas décadas atrás- se esta vendiendo por todo el mundo, tranquilamente en cualquier historieta sin el sello de aprobación.
Hoy, la ACC continúa siendo una entidad moderadora, pero hace bastante tiempo que dejó de ser el “cuco” de los comics.
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.

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