Entre las excentricidades de algunos dibujantes esta el de dejar escrito mensajes o bromas para ser luego borrados o editados por alguien de la producción.
Pero hay veces que esos recados están demasiado bien escondidos.
Este es un caso de ese tipo.
Aquí esta el panel (famoso/infame) de CONAN EL BARBARO #8, en donde uno de los dibujantes se divirtió poniendo un mensaje oculto en el decorado de la historia. Esta escrito en ingles: “I must be mad to sit here drawing all these coins” (yo debo estar loco para sentarme aquí dibujando todas estas monedas) todo un clásico de mal comportamiento (¡!) que se le escapo de la vista al que revisa las pruebas antes de mandar a imprimir la historieta.
Pero hay veces que esos recados están demasiado bien escondidos.
Este es un caso de ese tipo.
Aquí esta el panel (famoso/infame) de CONAN EL BARBARO #8, en donde uno de los dibujantes se divirtió poniendo un mensaje oculto en el decorado de la historia. Esta escrito en ingles: “I must be mad to sit here drawing all these coins” (yo debo estar loco para sentarme aquí dibujando todas estas monedas) todo un clásico de mal comportamiento (¡!) que se le escapo de la vista al que revisa las pruebas antes de mandar a imprimir la historieta.
¿Pero quién lo escribió? ¿Barry Windsor-Smith o Tom Palmer?
Siguiendo con otra anécdota del popular aventurero en Marvel, en los principios de los años noventas al parecer hubo un intento por hacer una historia estilo “año uno.”
CONAN EL BARBARO inició un largo argumento de nueve partes (¡!) detallando la vida del joven cimerio. Eso empezó con el número 232, siendo el escritor Michael Higgins y el editor Don Daley.
El problema con la historia era que repetidamente revolvía la continuidad establecida en el comic y la revista LA ESPADA SALVAJE DE CONAN. El argumento estaba construido sobre la base que se trataba de Conan relatándole sus andanzas juveniles a su hijo Conn.
Los admiradores de la historieta estaban de acuerdo que las numerosas contradicciones de Higgins y permitidas por Daley era lo peor que le pudo pasar al bárbaro aventurero.
Para la última parte de la historia, hubo cambio de editor, ahora era Mike Rockwitz quien editaba el comic. Justo para el último número de la saga, Higgins había dejado de ser el escritor y en su reemplazo estuvo alguien llamado Justin Arthur.
Si este nombre les suena familiar a algunos es porque es el mismo que utiliza el personaje Caballero Brillante, héroe National/DC de la era dorada.
Arthur finalizó la historia haciendo que Conan después de terminar de contar sus hazañas a su hijo, admitiera a su esposa Zenobia que casi toda su narración era un cuento inventado.
Lo que sucedió fue que “Justin Arthur” es el alias que uso Roy Thomas (escritor de gran parte de la historia y perfil de Conan para Marvel Comics) para intervenir, él debe haber estado presuntamente inquieto con los cambios drásticos en la historieta y Rockwitz le dio la oportunidad perfecta para resolver las inconsistencias haciendo que una historia fuese reiniciada antes de ser finalizada (¡!)
Hasta la próxima excentricidad.
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.
Siguiendo con otra anécdota del popular aventurero en Marvel, en los principios de los años noventas al parecer hubo un intento por hacer una historia estilo “año uno.”
CONAN EL BARBARO inició un largo argumento de nueve partes (¡!) detallando la vida del joven cimerio. Eso empezó con el número 232, siendo el escritor Michael Higgins y el editor Don Daley.
El problema con la historia era que repetidamente revolvía la continuidad establecida en el comic y la revista LA ESPADA SALVAJE DE CONAN. El argumento estaba construido sobre la base que se trataba de Conan relatándole sus andanzas juveniles a su hijo Conn.
Los admiradores de la historieta estaban de acuerdo que las numerosas contradicciones de Higgins y permitidas por Daley era lo peor que le pudo pasar al bárbaro aventurero.
Para la última parte de la historia, hubo cambio de editor, ahora era Mike Rockwitz quien editaba el comic. Justo para el último número de la saga, Higgins había dejado de ser el escritor y en su reemplazo estuvo alguien llamado Justin Arthur.
Si este nombre les suena familiar a algunos es porque es el mismo que utiliza el personaje Caballero Brillante, héroe National/DC de la era dorada.
Arthur finalizó la historia haciendo que Conan después de terminar de contar sus hazañas a su hijo, admitiera a su esposa Zenobia que casi toda su narración era un cuento inventado.
Lo que sucedió fue que “Justin Arthur” es el alias que uso Roy Thomas (escritor de gran parte de la historia y perfil de Conan para Marvel Comics) para intervenir, él debe haber estado presuntamente inquieto con los cambios drásticos en la historieta y Rockwitz le dio la oportunidad perfecta para resolver las inconsistencias haciendo que una historia fuese reiniciada antes de ser finalizada (¡!)
Hasta la próxima excentricidad.
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.
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