lunes, 8 de febrero de 2010

BATMAN Y EL TOQUE EUROPEO EN SUS HISTORIETAS.

Hace mucho tiempo atrás, en un continente no muy lejano, mientras John Wagner y Alan Grant estaban trabajando en “Juez Dredd,” ambos recibieron una llamada del batí editor Denny O’Neil, él básicamente les dijo que Batman en “Detective Comics” estaba vendiéndose muy debajo de su marca normal, que estaban perdiendo dinero y no había ganancias. O’Neil se había hecho cargo desde el número 567 y aparentemente, el interés generado por “Año Dos” en los números 575-578 se había reducido. Grant recuerda que “inclusive estuvo hablando de clausurar ‘Detective Comics’ a menos que él pueda hacer que todo se normalice, él tuvo la idea brillante de darle el puesto de escritores a un par de británicos y ver sí nosotros podíamos idear material diferente. O’Neil nos pidió un par de números como prueba y es cuando nosotros usamos al Ventrílocuo, que nosotros habíamos verdaderamente creado para otra historia en 2000 AD, pero en cambio, nosotros lo usamos en Batman.”
O’Neil aprobó los dos números y los contrataría por un año.
“Era un tiempo que tu no obtenías regalías trabajando por cualquier historieta británica, John y yo estábamos a la expectativa de obtener regalías con Batman porque los escritores y dibujantes estadounidenses obtienen regalías dependiendo de las ventas.” Pasaron 5 meses para que los primeros reportes de regalías aparecieran y las ventas de la historieta del Hombre Murciélago aun seguía debajo de su marca y por ello, no hay regalías. “Cuando ambos comenzamos juntos, la marca normal era 80,000 copias al mes y “Detective” estaba vendiendo 75,000. John solo le dio una mirada al reporte y renunció (que gran diferencia con el actual registro de ventas en Marvel, DC o los independientes.) Básicamente, John y yo escribimos juntos cinco números y después yo escribí solo el resto de la colección. Yo mantuve el nombre de John en el comic por el resto del primer año porque nosotros habíamos firmado un contrato y yo no quería darle una excusa a DC para que me despidiera.” Detective Comics #597 fue el primer número de Grant como “solista.”
Entonces vino BATMAN -la película- y… “Después que salió el filme de (Tim) Burton, todas las ventas se dispararon hasta la estratosfera, asombrosamente las regalías subieron. John nunca podría obligarse a decir algo, bastaba con la mirada enferma en sus ojos cuando yo le mostré algunos de los cheques de regalías que obtuve de Batman.”
Para tener lo más claro posible: ¿por qué Wagner no se empapó con la lluvia de millones? Los escritores británicos habían firmado un contrato por un año que son 12 números + anuario (sí la editorial estima publicar uno) en alguna cláusula, debe haberse estipulado que el nombre de Wagner salga en la portada (el promover un escritor que no participa en el producto, hoy podría verse como una falsedad para el consumidor ¿DC sabia o no que Wagner no estaba trabajando realmente en esos números?) cuando ese compromiso finalizó, Grant renovaría el contrato para ser el único escritor. Las regalías Grant-Wagner solamente se harían efectivas por esos 12 números y como el comic no se vendía bien, esas regalías no existían. Después de salir la película de Bats, Grant estaba en su carrera solista, las ventas del comic subieron y él obtuvo sus añoradas regalías.
Lo más curioso fue que Grant fue sacado de la colección por los siguientes tres números para permitir que Sam Hamm, el guionista cinematográfico de la película de Bats, escribiera esos números (solo vale la pena el arte) incluyendo el especial 600, que como ya todos imaginan, lo hizo muy bien obteniendo regalías.
Pero algunas de las consecuencias de la recuperada gloria y ganancias con el encapotado (gracias al filme) afectaban su perfil establecido.
Uno de los mayores problemas que una historieta puede sufrir es la carencia de dirección, el sentido de propósito para el personaje principal. Eso sucedió hace muchos años atrás en el “Batman” de Grant. Las historias del escritor británico habían sido buenas ¿pero hacia adonde llevaba el personaje? Al narrar las increíbles aventuras del Hombre Murciélago había olvidado a Bruce Wayne. Grant no tenía ningún problema en dejarnos ver las almas del reparto de apoyo, pero él parecía querer que sus lectores solo creyeran que Bruce Wayne es un personaje que Batman utiliza como un escondite y no de la otra forma que durante años hemos conocido. Habían pasado años desde que veíamos a Wayne a cargo de su fundación, una parte integral en los mitos o el uso de los talentos detectivescos que le hicieron ganar el nombre del mejor cazador de hombres.
Pero desde que apareció EL CABALLERO OSCURO REGRESA, la historieta imaginaria de una aventura futurista, Batman comenzó a sufrir en los años noventas de una tara, un contagio de la mentalidad del Castigador de Marvel: solo golpea a todos los villanos y eso será suficiente. Los principales villanos de Batman, hasta esos años, nunca fueron conocidos por entablar combates físicos –salvo en la época de la teleserie de los años sesentas, ¡santos batí recuerdos!- Todos ellos ideaban crímenes para enfrentar primero el cerebro de Bats, entonces si era necesario, Batman combatiría con los secuaces del villano principal. En esos años, los lectores dejaron de estar enterados en lo que pasaba dentro de la cabeza de Batman, cuando él hacia conjeturas para ganar a las mentes inestables del Guasón, Acertijo o Pingüino.
Un perfecto ejemplo de una historia espléndidamente manufacturada, pero que no nos muestra nada de la otra mitad del cruzado encapotado es el numero 459. La historia entrelaza tres diferentes cuentos que terminan girando alrededor de la película “LA MARCA DEL ZORRO” (basada en un conocido personaje de las novelas de aventuras estadounidenses que trata sobre un potentado hispano californiano que finge ser amanerado y aburrido, utiliza una identidad secreta como un oscuro caballero de la noche para hacer justicia, utilizando una caverna debajo de su mansión como su cuartel general ¿suena familiar?)
Para los no ilustrados, por ese tiempo en la cronología DC se dijo “oficialmente” que los padres de Bruce Wayne murieron después de ver este filme.
A los lectores se le da la oportunidad de ver la germinación del romance entre Jim Gordon y Sarah Essen, mientras Bats le saca la información abusivamente a un pillo callejero, todo un despliegue genuino de sus proezas detectivescas (¿?)
La historia entrega un mensaje poderoso al final, cuando Gordon tiene un ataque al corazón causado por estar fumando tantos años en exceso, pero eso no saca a Bruce Wayne de donde DC y Grant lo tienen escondido (¿acaso es una conspiración para eliminar a Bruce Wayne? Hmmm ¡nada de eso! Es solo que la moda era más murciélago y menos hombre para los nuevos consumidores, como se vio en el reporte de BATMAN : A FAVOR Y EN CONTRA DEL HOMBRE MURCIELAGO EN LOS AÑOS NOVENTAS.
Mientras parecía que estábamos estancados con ver a Batman el mayor tiempo posible, al menos Norm Breyfogle lograba dibujarlo bien. Él parecía ir tras una interpretación simplista del héroe, mientras mostraba a los otros personajes con mayores detalles y se confiaba en el contenido de las historias escritas por Grant. Los siguientes números (460 y 461) publicarían una excelente aventura de dos partes que se enfocaba en Sarah Essen, Mujer Gato y Vicki Vale en sus esfuerzos para detener una red de esclavitud, mientras Bats trabaja detrás de las cámaras. Sí Grant no tenia dificultades para hacer destacar a los personajes de reparto, tarde o temprano se daría cuenta que Bruce Wayne también era parte de ese apoyo.
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.

No hay comentarios: