“Las Guerras Secretas” son solo una diversión entretenida apta para todos, una colección que tuvo gran apoyo de la continuidad y sub- argumentos utilizados en varias historietas principales de Marvel Comics. Un éxito inesperado para algunos que logró romper records de ventas en historietas mensuales de ese tiempo. La circulación de la maxi-serie en los Estados Unidos llegó a alcanzar a 750,000 copias vendidas por número, algo que se vio en la mejor época de ventas de historietas en los años cuarentas durante la edad dorada.
La aventura estaba enteramente auto contenida. A diferencia de “Crisis” de DC Comics y otros “eventos” posteriores, después del primer mes, los títulos regulares de Marvel no se enlazaron con la historia. Esto fue una desventaja comercial para Marvel que fue aprovechada por DC al maximizar el potencial de sus ventas de su “Crisis” con una gran cantidad de números enlazados. Cada uno tuvo un aumento modesto en sus ventas.
No muy bien recibida por algunos críticos, “Las Guerras Secretas II” cubría demasiado territorio filosófico, tedioso y complejo para algunos lectores como religión, aborto, consumismo, clases sociales, economía y hasta como saber usar el baño. Diálogos interminables y arte apresurado hacían que la historia fuese algo difícil de aceptar para los que estaban acostumbrados a no verse reflejados en un ser superior queriendo comprender al caótico género humano. Mientras la calidad de la ejecución de la mini-serie puede faltarle consistencia, el concepto central permanece siendo interesante, probablemente un poco adelantado para su tiempo. Marvel acrecentó su estilo de realizar cruces entre sus comics a partir de la secuela “Guerras Secretas II”, iniciando una tradición anual de eventos con los comics de su compañía. Descubrirían que los personajes mutantes incluidos en cualquier cruce son bastante valiosos para la compañía.
El final de “Crisis en Tierras Infinitas” siguió causando muchos problemas, provocando reinicios y alteraciones poco afortunadas en algunos personajes. El punto clave del grave error editorial fue hacer que los personajes recordaran la crisis, empeoraban las cosas al mencionarla ellos en los años siguientes, este acto automáticamente negaba la necesidad de haber hecho el gran cambio en primer lugar. Y eso es lo que sucedió.
Otro error de DC fue no preparar un reinicio por adelantado en toda su línea de historietas, lo cual pudo ser hecho gracias a “Crisis”. Posteriormente se dijo que la editorial no tenía el personal necesario para llevarlo a cabo. Fue una gran oportunidad que se perdió. A partir de la misma “Crisis,” DC también entró en la rutina anual de tener un “evento” épico anual entrecruzando sus comics. Algunos serian tolerables, otros serían bodrios. Recuerden que siempre alguien tiene una razón nostálgica o sentimental para comprar comics como “Crisis” o “Guerras Secretas”. Aparte del escapismo y pasar un rato de ocio, aquí no hay lógica, salvo para el departamento de contabilidad de las editoriales, ya que este es un negocio y nada ni nadie trabaja por amor al arte. Parte de la atracción de un producto es el tiempo o instante en cuanto sale.
Los patrones de vida cambian, las expectativas cambian, los gustos cambian. Pero frecuentemente es esa primera vez, esa, la que nos asombra con un nuevo “lo que sea.”
Eso nos impacta y casi siempre, dependiendo de la persona, cambia nuestras expectativas, nuestros gustos y patrones de vida, desde ese momento en adelante.
Esta dinámica siempre será parte de la ecuación, cuando uno considera que tan grande o importante es una historia, no importa lo que sea.
Este es el fin de la serial. Gracias por la atención, damas y caballeros.
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.
La aventura estaba enteramente auto contenida. A diferencia de “Crisis” de DC Comics y otros “eventos” posteriores, después del primer mes, los títulos regulares de Marvel no se enlazaron con la historia. Esto fue una desventaja comercial para Marvel que fue aprovechada por DC al maximizar el potencial de sus ventas de su “Crisis” con una gran cantidad de números enlazados. Cada uno tuvo un aumento modesto en sus ventas.
No muy bien recibida por algunos críticos, “Las Guerras Secretas II” cubría demasiado territorio filosófico, tedioso y complejo para algunos lectores como religión, aborto, consumismo, clases sociales, economía y hasta como saber usar el baño. Diálogos interminables y arte apresurado hacían que la historia fuese algo difícil de aceptar para los que estaban acostumbrados a no verse reflejados en un ser superior queriendo comprender al caótico género humano. Mientras la calidad de la ejecución de la mini-serie puede faltarle consistencia, el concepto central permanece siendo interesante, probablemente un poco adelantado para su tiempo. Marvel acrecentó su estilo de realizar cruces entre sus comics a partir de la secuela “Guerras Secretas II”, iniciando una tradición anual de eventos con los comics de su compañía. Descubrirían que los personajes mutantes incluidos en cualquier cruce son bastante valiosos para la compañía.
El final de “Crisis en Tierras Infinitas” siguió causando muchos problemas, provocando reinicios y alteraciones poco afortunadas en algunos personajes. El punto clave del grave error editorial fue hacer que los personajes recordaran la crisis, empeoraban las cosas al mencionarla ellos en los años siguientes, este acto automáticamente negaba la necesidad de haber hecho el gran cambio en primer lugar. Y eso es lo que sucedió.
Otro error de DC fue no preparar un reinicio por adelantado en toda su línea de historietas, lo cual pudo ser hecho gracias a “Crisis”. Posteriormente se dijo que la editorial no tenía el personal necesario para llevarlo a cabo. Fue una gran oportunidad que se perdió. A partir de la misma “Crisis,” DC también entró en la rutina anual de tener un “evento” épico anual entrecruzando sus comics. Algunos serian tolerables, otros serían bodrios. Recuerden que siempre alguien tiene una razón nostálgica o sentimental para comprar comics como “Crisis” o “Guerras Secretas”. Aparte del escapismo y pasar un rato de ocio, aquí no hay lógica, salvo para el departamento de contabilidad de las editoriales, ya que este es un negocio y nada ni nadie trabaja por amor al arte. Parte de la atracción de un producto es el tiempo o instante en cuanto sale.
Los patrones de vida cambian, las expectativas cambian, los gustos cambian. Pero frecuentemente es esa primera vez, esa, la que nos asombra con un nuevo “lo que sea.”
Eso nos impacta y casi siempre, dependiendo de la persona, cambia nuestras expectativas, nuestros gustos y patrones de vida, desde ese momento en adelante.
Esta dinámica siempre será parte de la ecuación, cuando uno considera que tan grande o importante es una historia, no importa lo que sea.
Este es el fin de la serial. Gracias por la atención, damas y caballeros.
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.
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