
Como vemos, hay unos avisos publicitarios, sobre lo que ellos denominan valla publicitaria (billboard), en otros países simplemente le llaman cartel de publicidad o cartelera.
En fin, en la película aparece el comercial de USA Today, pero en la vida real, ese lugar era de Samsung.
Por lo tanto, en 2,002, antes que el filme se estrenara, (demorado por las escenas que aparecían en el trailer donde Arañita aparecía capturando unos asaltantes en helicóptero con una telaraña gigante entre las Torres Gemelas, toda una gran secuencia) los propietarios del edificio y la compañía de carteleras se unieron para demandar a Sony reclamando competencia injusta, practicas engañosas de comercio y entrar sin autorización.
La demanda judicial argumentaba que debido a la exposición increíble y valor residual de los avisos comerciales, Two Times Square (el lugar) frecuentemente constituye la atracción de campañas de publicidad y marcas de una corporación.
Sí la conducta de Sony y Columbia Pictures (el sello con la que la película fue marcada) se le permite continuar, es menos probable que las principales corporaciones y anunciantes se contactaran por espacios para promocionar en Two Times Square, 1600 Broadway, o en las otras propiedades de Sherwood porque la cantidad de exposición y, por ende, el valor residual de sus publicidades, se verán reducidas.

Al pasar los meses, un juez federal rechazó el reclamo, declarando, “lo que existe aquí es por propósitos artísticos, una mezcla de un Times Square ficticio y el de la realidad, lo cual es central para una escena importante en el filme, de esta manera, sirviendo el propósito teatralmente relevante de orientar al espectador hacia la localización.”
Y por eso la escena fue protegida por la primera enmienda de su país.
¿Por qué no hubo ningún cambio en esas escenas?
Porque la compañía fílmica puede vender el espacio publicitario en la cinta a quienes ellos quieran y la compañía de carteleras no recibe ningún pago.
Fue muy ingenioso, USA Today debe haber pagado a Sony para usar su aviso y aparecer sobre la valla publicitaria
La compañía de carteleras por lo tanto estaba disgustada con Sony por usar sus vallas publicitarias en la película para promocionar una compañía que no les da ni una sola moneda a ellos.

Al igual que ellos no están obligados de dar ese permiso, uno no esta obligado a preguntarles y se es libre de manejarlo como si uno hubiese escuchado una negativa.
Lo que es gracioso en estos asuntos fílmicos, es que los anuncios publicitarios no aseguran seguir en vigencia, ejemplo, en “El Hombre Araña” hay publicidad masiva por la línea de teléfono celular Cingular (hoy difunta o rebautizada o comprada.)
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.
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