lunes, 28 de junio de 2010

LA RECIENTE Y RAPIDA BAJA DE RYAN CHOI RETUMBA EN LA RED.

Parece que existe una creencia en la editorial DC que la muerte vende muchos comics y que para recuperar fanáticos nada mejor que matar o mutilar algo por un lapso de tiempo hasta reciclar todo otra vez.
Durante una entrevista promocional para DC Comics en CBR, la conversación se desvió a las políticas raciales del Universo DC, el editor ejecutivo Dan Didio ahí reconoció la inquietud sobre la muerte del ex – Átomo Ryan Choi, pero rechaza la idea que haya habido muertes de minorías o regresiones de legados con implicaciones negativas por la diversidad racial del universo DC, llamando a las criticas “inapropiadas.”
En todas las entrevistas que se han efectuado, los interrogados creativos por el tema Choi han sido evasivos y no hablan claro del punto. No parecen ser racistas sino cabezotas al no darse cuenta de las implicaciones de lo que están haciendo y entonces en vez de ser maduros, admitir que aunque parece una eliminación racial, no lo es y pedir disculpas por la confusión, lo que están haciendo ellos es todo tipo de volteretas verbales para terminar diciendo que no son racistas.Si Didio esta haciendo gran alboroto que durante su presencia en la editorial se introdujo la diversidad étnica, entonces él no debería estar sorprendido cuando uno de esos personajes que se supone representa dicha diversidad fue eliminado.
Esta muerte del nuevo personaje que había recibido un gran apoyo por parte de la producción del programa animado de “Batman: el Valiente y el Osado” es un poco sorpresiva. No es solo una muerte que parece formar parte de la tendencia de las “muertes” extra, es una muerte de un personaje que se esta promoviendo mucho.
DC no esta eliminando la diversidad racial, lo que esta eliminando son los legados que desde un comienzo nunca debieron haber sido creados, ahora esta en duda que alguien en la editorial haya declarado públicamente o para si mismo que deseaban un nueva versión del Átomo, La Pregunta, Escarabajo Azul, Firestorm, etc.
Sr. Terrífico II es el ejemplo perfecto de un buen trabajo, el personaje original había estado muerto por años y era una oportunidad de crear un legado para un sujeto de las minorías. Lo que lleva a pensar que la gestión de la marca registrada requiere el reinicio ocasional para que el personaje sea publicado en alguna forma.
Las transiciones de legados no son fáciles, desde que las marcas registradas que tienen importancia tienden a ser sujetas a personajes que al menos generan una estima nostálgica.
El error que DC comete fue en como ellos intentaron agregar la diversidad en primer lugar. Sus franquicias principales están sentadas en la era de la bomba atómica, jets y martines. Las propiedades que han adquirido primariamente vienen de aquella época. Todas ellas tienen una orientación cultural algo pasada de moda. No tiene nada de malo eso, pero la actualidad es más compleja que la era de plata y no solo hay más tipos de gente sino que las personas que fueron marginadas antes, ahora toman parte activa en la vida de ese entorno típico de los estadounidenses desde hace décadas.
Poner un súper equipo en Japón y otro en China verdaderamente no es forma para resolverlo. Ni tampoco tomar una propiedad polvorienta DC para darla como legado colocándola a una persona genérica no blanca dentro del disfraz.
Ser el tercer Átomo fue un papel débil. Un fracaso comercial casi siempre es causa que esos papeles se reviertan de regreso a la línea.
Si DC quiere promover diversidad, entonces ellos realmente deberían crear nuevas propiedades desde cero. Re-usar una vieja marca registrada, pero crear un nuevo personaje completamente nuevo sin ningún lazo de legado que pueda retroceder.
Didio parece ser la clase de editor que esta acostumbrado a que las cosas sean hechas a su manera y si los fans o los creativos se quejan, son todos ellos los equivocados. Muchos en Internet han comenzado a pensar que es “inapropiado” seguir gastando su dinero en DC Comics. Y si se deja de comprar comics con el sello DC, casi siempre es lo único que despabila a esa gente.
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.

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