martes, 1 de diciembre de 2009

CRISIS FINAL EN EL UNIVERSO ATLAS/SEABOARD.

En los Estados Unidos, el editor de publicaciones Martin Goodman había vendido su compañía Magazine Management (que comprendía libros y revistas incluyendo Marvel Comics) en 1,968 a Perfect Film & Chemical Corporation, pero se quedo para formar parte del personal editorial. En 1,972, el fundador de Marvel Comics se iba de la editorial por desacuerdos con Stan Lee en como se debía dirigir el negocio. Los propietarios –ahora llamándose Cadence Industries- apoyaron la visión de Lee contra la de Goodman. En 1,974, Goodman creo Seaboard Periodicals (Publicaciones Litoral) para competir en el campo dominado por las editoriales Marvel y DC. Algunos testigos de aquel tiempo han sugerido que Goodman estaba enfurecido con Cadence Industries por haber roto su promesa de mantener a su hijo Charles “Chip” Goodman como director editorial de Marvel. Según los reportes de esa época, Chip era un individuo indiferente e inútil en el tema de cómo dirigir una empresa de comics, haciendo perder tiempo y oportunidades de ganar dinero, a Lee le irritaba que no lo hiciera bien, y todos en Marvel pensaban que era un pésimo hombre de negocios. Lee para obtener el control editorial, le insinúo a Sheldon Feinberg (nuevo jefe designado por Cadence) que él estaría abandonando Marvel, quizás para irse a National/DC ó otra de las editoriales competidoras.
Feinberg no tuvo ningún problema en despedir a Chip Goodman. John Romita ha mencionado que “se suponía que Chip tomaría el lugar de Martin, pero parece que no existía nada escrito legalmente, porque apenas Martin se fue, se deshicieron de Chip. Martin empezó lo de Atlas Comics para vengarse.”
Cuando Goodman comienza a preparar la nueva editorial Atlas para demoler su ex-editorial, coloca a su hijo Chip como editor de publicaciones. De acuerdo con Jeff Rovin, editor veterano de Warren Publishing quien fue contratado para editar la línea de comics, opinaba que “Chip era un ‘peso ligero’ en hacer decisiones editoriales.” Para editar la línea de revistas en blanco y negro fue contratado el escritor/dibujante Larry Lieber (primo político de Goodman y hermano menor de Stan Lee) meses después, también editaría las historietas a colores, al marcharse Rovin del cargo y de la compañía. A pesar de tener impresas las palabras “Atlas Comics” (nombre que usaba Marvel en los años cincuentas) en las portadas de sus historietas, casi todos los historiadores para evitar confusiones con los originales comics, siempre se refieren a ellos como Atlas/Seaboard Comics.
Recuerden que la industria ya estaba agitada a finales de los años sesentas (aunque los lectores no sabían a que extremos estaban administrativamente las cosas) gran parte de la planilla de escritores en National/DC ya estaba considerablemente añeja y comenzaron a pedir beneficios y habían platicas sobre hacer un sindicato. Todos ellos fueron despedidos y reemplazados por la nueva generación de escritores-coleccionistas-fanáticos como Wein, O´Neil ó Wolfman, ya analizado en CUANDO LOS COMICS FUERON CONQUISTADOS POR LOS COLECCIONISTAS.
En los principios de los años setentas, Neal Adams –en su mejor momento de su influencia y poder sobre la industria- volvía a mencionar la formalización de un sindicato para creadores de comics. Pero las únicas editoriales estadounidenses que estaban en capacidad estable de dar empleo remunerativo eran Marvel y DC, ambas compañías fueron capaces de mantener una solidaridad y rechazar toda clase de demanda con gran facilidad. Aquí es donde entra a funcionar el juego estratégico del dúo desafiante, Goodman y Rovin ¿en que consistía la estrategia que aplicaron para atraer a los talentosos de esa época? Fue simple y atrayente, como las promesas de un candidato político a un cargo importante, iban a otorgar tarifas más altas por página, la devolución del trabajo artístico al dibujante, derechos sobre la creación de un personaje original, entre otras cosas.
Todas estas mejoras para los escritores, pero en especial para los dibujantes, eran como un anatema para Goodman en el pasado (y para National/DC también) probablemente por la descripción de los hechos, este plan puede haber sido sugerido por Rovin, debido a su experiencia adquirida en las revistas Warren.
Algunos de los que eran considerados las “estrellas” de Marvel y DC no cambiaron de camiseta y los que si lo hicieron, algunos recién estaban en los inicios de sus carreras, otros mas fogueados y ambiciosos en la industria, todos ellos lograrían superar el mal momento con Atlas/Seaboard de alguna forma, como continuando su trabajo en las editoriales ó independientemente en publicaciones como Star*Reach ó Hot Stuf’.
Pero fue cuando las colecciones de Atlas salieron a la venta, donde los consumidores y críticos afirmaron que la mayoría eran historietas nada originales y aburridas.
Cuando se le pregunta a Lieber sobre este tema (muy incomodo para él) siempre dice lo mismo, “Martin desafortunadamente puso a Jeff a cargo de los comics a colores y a mi a cargo de las revistas en blanco y negro. Eso fue una cosa desafortunada, básicamente lo que sucedió fue ninguno de nosotros tuvo buenos resultados, Martin tenia que pagar altas tarifas independientes, porque si no lo hacia, nadie trabajaría en una compañía nueva y recién establecida, esto no funciono muy bien, Jeff finalmente se iría furioso ó algo y yo tenia que encargarme de su trabajo. En ese punto, el negocio estaba mal y yo trate de hacer lo que podía. Una de las cosas que yo tuve que hacer fue reducir los pagos y decirle a la gente que iban a recibir menos dinero, lo cual no fue una posición envidiable. Todo fue un negocio muy ramplón.”
Otro problema puede haber sido el distribuidor de Atlas/Seaboard que no era el mismo que utilizaba Marvel, tal vez eso les jugó en contra a la hora de colocar sus productos, porque parece que tenían una mínima experiencia con comics, que aprovechó Goodman al tener una libertad para imprimir tantos comics como pudiera (23 historietas a colores y 5 revistas en blanco y negro) esto para el distribuidor debe haber sido un nuevo mercado interesante para entrar. El plan para que los dibujantes que abandonen a Marvel (y DC, pero el objetivo era sacar del negocio a Marvel) fue un fracaso debido al incumplimiento de las promesas por Goodman. Después del segundo numero de cada colección, se puede notar cambios drásticos debido al retiro de varios escritores y dibujantes que se sintieron fastidiados, incluyendo Rovin.
La similitud editorial con Marvel, incluyendo al utilizar a Lieber como un Stan Lee de mala calidad, no solo era para mostrarse como un nuevo competidor, sino que Atlas/Seaboard utilizó personajes parecidos de Marvel para hacerlos caer. John Romita comentó, “una vez que Goodman comenzó a imitar al Hombre Araña con Hombre Tigre y el Hulk con el Bruto, eso hizo disgustar mucho a Lee. Aunque no había nada ilegal o inmoral sobre ello.” (A mi parecer, el Destructor de Archie Goodwin y Steve Ditko es quien era un obvio plagio del Hombre Araña.)
Uno de los principales problemas de Goodman es que él era un editor –de publicaciones- y no un editor/creador (además de Marvel, él publicaba revistas de cualquier tipo, para hombres, de cine, de crucigramas, etc. Cualquier tema del que podría obtener un beneficio monetario, él tenía un dedo puesto en ello. Un ejemplo: vean la imagen de “las aventuras de Minina” -una mezcla de “Little Annie Fanny” de Bill Elder y Harvey Kurtzman con la locura generada por las películas de espionaje en esos años sesentas- eran comics adultos hechos por Lee y la gente de Marvel, pero sin acreditarse ¿por protección? Pero eso ya es otra historia.) Goodman solamente ha participado en los trucos publicitarios, la parafernalia exterior. Él nunca comprendió muy bien como su primo político y la gente talentosa con la que se rodeó, lograron hacer que Marvel fuese más que una empresa de hacer historietas para leer y desechar.
Goodman también tenía otras casas editoriales. Una de sus conocidas barreras de protección fue que él siempre publicaba con cuanto nombre corporativo pudiera hacerlo, así la deuda de un fracaso ó la ganancia de un éxito, no podía ser fácilmente conectada una con la otra. En los primeros comics de la era Marvel pueden haber tenido la palabra “Marvel” sobre las cubiertas –de pequeñas iniciales a palabras de buen tamaño- para enlazarlas a todas, pero si uno puede ver en el índice editorial donde aparece la atribución legal y actual de los derechos reservados en la parte inferior de la primera pagina en casi todos los comics, todos ellos casi siempre están acreditados por varias compañías, dando una sensación como si diferentes compañías estuvieran asociadas por un grupo de historietas.
Uno puede tener un concepto bastante preciso, cuando uno recuerda lo que los historiadores mencionan sobre Goodman y sus abrumadoras inundaciones en el mercado con cantidades de historietas siguiendo el genero que estaba de moda porque pensaba que había que aprovechar el momento, no interesaba si eran súper héroes, guerra, románticas, crimen, horror, animalitos graciosos. Lo que interesaba era sacar no uno ó dos comics sino docenas de ellos para obtener una ganancia rápida, un hecho por lo que Goodman fue notorio en el mercado de los años cuarentas y cincuentas, antes de su primera caída importante que reseñe en CRISIS EN EL UNIVERSO ATLAS.
Existe buen material oculto entre lo fulero de Atlas/Seaboard, principalmente en los primeros números de las colecciones cuando los creadores aun creían que tenían libertad creativa y billetes a granel.
De todos los personajes que aparecieron en Atlas/Seaboard, Howard Chaykin rescató a su Escorpión para llevarlo a la Marvel con ligeros cambios llamándolo Dominic Fortune y Rich Buckler hizo lo mismo con su Cazador de Demonios ahora Asesino de Diablos en Marvel. Esta especie de reciclaje de personajes fue más por el hecho de que sus creadores trataban de seguir usando sus creaciones porque les gustaban y sentían que tenían un potencial para ser explotados y no una respuesta corporativa al maltrato de Goodman al llevarlos a Marvel (a partir de 1,975, el grupo Marvel estaba dirigido por escritores-editores que intercambiaban el puesto de editor en jefe porque preferían tener sus pequeños reinos en los comics ó revistas que controlaban al escribir y editar al mismo tiempo, este comportamiento irregular causaría una perdida de $2 millones al año, hasta que se logró detener la hemorragia monetaria con gente como Jim Galton y Jim Shooter, quienes impondrían la cultura corporativa en la compañía de las Maravillas) en el caso de Chaykin y Buckler quienes pudieron volver a usar sus personajes -con pocas alteraciones en su físico y sin utilizar los nombres originales con la marca registrada en Atlas- ¿quien quedaba o se atrevía en Atlas para hacer una demanda contra ellos? Cuando salió a la luz que muchos profesionales fueron engañados ó les mintieron sobre sus contratos y no les dieron lo que habían acordado, en Atlas deben haber pensado bien las cosas, no iban a ir a ninguna corte cuando existía la posibilidad que el juicio podría fácilmente voltearse contra ellos por la ruptura de los acuerdos, su incumplimiento era un hecho público.
Su gran problema fue que su plan editorial no parecía coherente, con tantos títulos apareciendo en tan poco tiempo, los lectores no podían mantener el mismo ritmo de tiempo que estaban imponiendo, los comics no tuvieron el tiempo para desarrollar una circulación comercialmente constante. Los distribuidores tenían dificultades en colocar las docenas de Atlas/Seaboard Comics en los puestos de ventas que ya estaban dominados por una avalancha de nuevos títulos de Marvel (Tamaños-Gigantes, Ediciones del Tesoro, reimpresiones de horror, suspenso y ciencia ficción, su línea de revistas en blanco y negro, etc., etc. Tampoco olvidemos que DC hizo lo mismo para no perder su espacio) y antes que llegara el año 1,975 a su fin, las historietas y revistas de Atlas/Seaboard Publishing desaparecieron del negocio, fueron victimas de una expansión excesivamente ambiciosa y mal momento en el mercado. Lo único que quedo para publicar fueron unas pocas revistas para adultos que incluía a “Swank” (una imitación de la revista “Playboy”) dirigidas por Chip Goodman quien aparentemente si le interesaban y podía encargarse de ellas, lavándose las manos del debacle sucedido en la compañía.
Para no terminar esto negativamente, el verdadero legado de Atlas/Seaboard es que dio sueños de grandeza y esperanza creativa a la siguiente generación de profesionales, les demostró a ellos que podía ser posible poseer su propio trabajo ó tratar diferentes formulas en el arte y mejores salarios por pagina. Tanto DC como Marvel cambiaron sus políticas para lograr una balanza entre control y creatividad.
Escrito por Héctor Augusto Sovero Gastañeta.

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